La dimensión social de la crisis habitacional en Chile
una aproximación interdisciplinaria
En las principales ciudades de América Latina y el Caribe, la “cuestión de la vivienda” constituye históricamente una problemática estructural que, en las últimas décadas, ha adquirido una gravedad creciente. Esta crisis se expresa, sobre todo, en la paulatina imposibilidad de amplios sectores sociales para acceder a una vivienda adecuada, afectando de forma desproporcionada a los grupos más vulnerables y profundizando la desigualdad social.

En el caso de Chile, el escenario es especialmente crítico. El país enfrenta una crisis habitacional sin precedentes, caracterizada por un drástico aumento del déficit de vivienda —más del 60% en los últimos siete años (Déficit Cero – CPP UC, 2022)— que refleja no solo la falta de viviendas, sino también la consolidación de condiciones de habitabilidad inadecuadas y persistentes formas de exclusión social de quienes la experimentan.
Las políticas públicas y las soluciones implementadas para enfrentar la crisis habitacional en Chile han avanzado en ámbitos como el acceso al financiamiento para la vivienda; la diversificación de alternativas habitacionales; la mejora en la planificación urbana; y la generación de condiciones más favorables para el desarrollo inmobiliario. Estas respuestas, impulsadas fundamentalmente, desde una base técnica y de conocimiento, desde disciplinas como la arquitectura, la economía urbana y el urbanismo, han buscado dar respuesta a los desafíos habitacionales del país.
A partir de estos aportes, se ha abierto la posibilidad de enriquecer la comprensión del fenómeno habitacional incorporando otras dimensiones de análisis. En particular, ha tomado fuerza un campo internacional de estudios interdisciplinarios sobre la vivienda que propone abordarla como una experiencia social compleja, atravesada por relaciones, significados, emociones y derechos. Tal como plantea Ossul-Vermehren (2018), resulta urgente integrar al análisis habitacional aquellas dimensiones “post-materiales” que reconocen en el habitar vínculos identitarios, sentido de pertenencia, estabilidad y seguridad emocional.
En este contexto, el presente proyecto propone abordar los desafíos habitacionales del país desde un enfoque comprehensivo, que reconozca tanto la multidimensionalidad como la complejidad social del fenómeno. Busca aportar una mirada que articule las condiciones estructurales con las dimensiones subjetivas de la crisis, explorando cómo estas inciden en la vida cotidiana de las personas y comunidades.

El objetivo central de esta investigación es analizar las repercusiones sociales de la crisis habitacional en Chile desde una perspectiva interdisciplinaria, tomando como caso de estudio el Gran Valparaíso. El análisis se enfocará en diversas expresiones de precariedad habitacional —como los asentamientos informales, el hacinamiento, la situación de las/os arrendatarios vulnerables y los desalojos forzosos— mediante un diseño metodológico secuencial que integra técnicas cuantitativas, cualitativas y participativas. Estos contextos serán abordados, necesariamente, desde un enfoque de género e interseccional, que permita comprender cómo se articulan diversas formas de desigualdad. El proyecto parte de la hipótesis de que la crisis habitacional produce impactos sociales profundos que trascienden las fronteras de clase, raza y género, y se manifiestan en fenómenos como la afectación de la salud mental, la inseguridad residencial, la judicialización del acceso a la vivienda y la estigmatización territorial.
En definitiva, esta investigación busca visibilizar las dinámicas complejas e interrelacionadas que configuran la actual crisis habitacional, proponiendo un marco analítico que permita comprender sus causas, determinantes y consecuencias desde una perspectiva social amplia. Su propósito final es generar evidencia robusta, que permita sustentar y enriquecer el debate sobre políticas públicas más equitativas y justas orientadas a mejorar las condiciones de vida de las comunidades afectadas.